Calidades Pyroxal 50 y Pyroxal HT
Los rodillos cerámicos de ICRA, en sus distintas calidades como PYROXAL 50 y PYROXAL HT, están especialmente diseñados para funcionar en las zonas más exigentes de los hornos de cerámica. Los rodillos cerámicos están pensados para soportar grandes cargas, altas temperaturas, ataques químicos y para resistir eficazmente el shock térmico.
Gracias a estas exigentes características de producto, los rodillos cerámicos minimizan considerablemente las intervenciones de mantenimiento, paradas y arranques continuos en los hornos, aminorando de ésta forma las pérdidas energéticas ocasionadas en dichos momentos no productivos, así como aportándole una mayor seguridad de planaridad en el transporte de las piezas cerámicas a lo largo de las diferentes zonas de los hornos.
Tanto el rodillo PYROXAL 50 como el PYROXAL “HT” son rodillos con una alta resolución en los problemas de las adhesiones de impurezas, debido a que se fabrican con una cantidad y tamaño de poros minimizados. Destacar que a altas temperaturas los rodillos cerámicos mantienen una elevada resistencia mecánica, excluyendo de ésta manera una mayor rotura de los mismos, y por lo tanto una reducción importante de residuos inorgánicos.
Los rodillos ICRA PYROXAL “HT” son los que mejor resisten las diferencias de dilatación y por consecuencia las tensiones superficiales a altas temperaturas. Son los adecuados para tensión con deformación.
Las deformaciones resultan menores para el rodillo cerámico con mayor módulo de elasticidad, en este caso se dice que el material es más rígido y permanece más inalterable. (Ver ficha técnica en imagen)
Los principales factores que causan la degradación de los rodillos cerámicos son el desarrollo de una fase vítrea y la presencia de porosidad abierta. Estos aspectos son críticos ya que actúan como vías para que los contaminantes se infiltren en los rodillos cerámicos, acelerando su deterioro.
Para abordar este problema, ICRA ha ajustado minuciosamente la composición química de los rodillos cerámicos, reduciendo al mínimo elementos como Fe2O3 y TiO2, así como fundentes como Na2O, K2O y CaO.
Estos cuidados contribuyen a una menor acumulación de suciedad en los rodillos cerámicos y aumentan su capacidad para resistir las agresiones químicas, lo que a su vez reduce su nivel de contaminación.